“Espero poder seguir contando con la habilidad de combinar experiencia y juventud a partes iguales, para que el juego que ponga en práctica en los equipos que dirija siga siendo fresco, atrevido y muy emocionante”
Tras esta primera andadura, David Madrid se haría cargo del equipo juvenil del Club Sporting Morata y, en compañía de Ángel Marcelo Sacristán, del primer equipo del mismo Club, que militaba en categoría regional. Después de una campaña como entrenador del equipo juvenil, pasó a hacerse cargo del primer equipo, llevándolo hasta la promoción de ascenso a tercera división en un acontecimiento histórico para el Club, disputando la liga a equipos de la talla del CD Arganda futbol sala, UD Residencias Palacios, Pastelería Timón, etc. Con esta gran experiencia, David Madrid salió del pueblo que le vio crecer como entrenador con ánimo de afrontar diferentes retos deportivos, entrenando en clubs de prestigio como el de Unión Tres Cantos (filial de Intermovistar), Grupo Galindo Villarrobledo F.S., Rivas Atlantis F.S., etc, y siendo el responsable de la Selección Masculina de Madrid. Se convirtió en profesional tras una magnífica temporada en el filial Caja Segovia Rivas Atlantis, dando el salto al primer equipo de Caja Segovia F.S, como segundo entrenador, de la mano del que considera un referente a nivel nacional e internacional, un maestro y un ejemplo a todos los niveles, Jesús Velasco.
David Madrid es un entrenador que solo entiende su figura enmarcada en el liderazgo de un proyecto deportivo y sobre todo humano. Por desgracia, la crisis económica, que no es ajena al mundo del fútbol sala, afectó de una forma importante al Club Caja Segovia forzando la salida de David Madrid. El técnico, después de valorar algunas ofertas, decidió apostar por la propuesta de Dr. Drucskó Zoltán que venía del Eto Futsal de Györ de Hungría, convirtiéndose este Club en su primera experiencia a nivel internacional. Desde entonces, también ha asumido el papel de Seleccionador con la Selección Nacional de Ecuador, disputando la Copa América en Portoviejo y actualmente entrena el KSE FUTSAL en Târgu Secuiesc, Rumania. Con la mente puesta en el futuro y haciendo gala de su capacidad de trabajo y de motivación, el técnico español espera seguir dando mucho que hablar en los próximos años.
Utilizo el deporte como medio de transmision de emociones, por eso para mi el futbol sala debe ser espectaculo
Todo comienza con esfuerzo, compromiso, dedicación y seriedad en el trabajo, sesión tras sesión. Cada día cuenta y hasta el más mínimo detalle queda recogido en una metodología de trabajo propia y contrastada.
Con el trabajo, el equipo debe quedar impregnado de una PERSONALIDAD propia y distintiva. Para ello es imprescindible dotar a los jugadores de herramientas técnico-tácticas que les permitan desarrollar todo su TALENTO deportivo.
Con los años he comprendido que el entrenador debe convertirse en un líder, no solo para los jugadores, sino también para todo el equipo humano que conforma el cuerpo técnico. Los diferentes objetivos deben estar alineados con el único objetivo de conseguir la EXCELENCIA DEPORTIVA.
Considero imprescindible el trabajo de la COHESIÓN DEL GRUPO. El trabajo del entrenador, por tanto, trasciende más allá de los entrenamientos. A menudo, la diferencia entre ganar o perder un partido reside en el sacrificio que cada jugador está dispuesto a ofrecer por todos y cada uno de los componentes del equipo.
Para conseguir el máximo rendimiento presto mucha atención a la gestión del vestuario en su sentido más amplio, abarcando desde la motivación hasta el control emocional individual y colectivo.
La CONFIANZA es la base del aprendizaje. Es necesario conseguir una óptima conexión con los jugadores para que confíen en mis planteamientos y, saliendo de su zona de confort, progresen hacia la excelencia. Por tanto, tengo en continua revisión mi metodología y sistema de juego con el objetivo de poder ofrecer a mis jugadores soluciones actualizadas a cualquier planteamiento táctico.
Todos los días trato de ser un ejemplo para el equipo humano que lidero. La humildad, la generosidad y el reconocimiento de los méritos me parecen valores fundamentales. Nunca olvido tampoco el respecto por el rival aunque siempre desde una mentalidad ganadora.
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